Manuel Amador G.
Manuel Amador Guerrero |
El mismo día 3 noviembre por la nochecita, una vez que los generales colombianos estuvieron a buen recaudo, Amador Guerrero utilizó el teléfono privado del Ferrocarril para transmitirle a Porfirio Meléndez el santo y seña criollo, el sancocho está… lo que indicaba proceder, invitando los colonenses al Coronel Eliseo Torres a dialogar a la Cantina del Hotel Astor, donde le ofrecen un cañonazo de dólares, que al final acepta.
Se pasa a algunas acciones tirantes, que hábilmente son develadas, los hermanos del compas y la escuadra, sellan la independencia, el resultado no podía ser más elocuente, la muerte de un chino, y su burro, siete generales amarrados, y un gobernador ‘detenido’.
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